
Ritual utilizado para matar vampiros en la antigüedad
La historia de la humanidad está llena de historias que rememoran las antiguas creencias de diferentes culturas en varias épocas. Eran épocas en las que quemaban en una hoguera a quienes consideraban que eran brujas. En el caso de los vampiros la creencia general era que había que clavarles una estaca en el corazón. Esta es una práctica que se hizo muy popular en la cultura moderna y aparece referida en múltiples películas y libros sobre vampiros.
Sin embargo, existían otros métodos como la decapitación, clavar el cuerpo al ataúd, cerrarlo con clavos o el ritual del que te hablaremos en esta oportunidad, que es conocido como “entierro vampírico”. Este consistía en colocar piedras de gran tamaño en la boca, todo con la finalidad de que el muerto no regresara del más allá.
Origen del antiguo ritual para matar vampiros
En la época medieval se tenía la creencia de que los vampiros eran los causantes de la propagación de las plagas como la peste negra.
En Europa entre el 1300 y el 1700 hubo una gran cantidad de plagas que causaron muchas muertes y que fomentaron la creencia de que los vampiros existían. Y es que no se comprendía muy bien el proceso de descomposición de los cadáveres.
Por esta razón, cuando los sepultureros tenían que abrir una tumba, encontraban cuerpos hinchados, con el cabello más largo o con sangre en sus bocas. Lo que los hacía pensar, para su horror, que los cadáveres estaban vivos todavía.
Muchas veces las mantas con las que se cubrían los rostros de los muertos (llamadas mortajas) se descomponían por las bacterias de la boca dejando visibles los dientes de los cadáveres. Por eso algunos conocen a los vampiros como “comedores de mortajas”
Para matar a un “vampiro” se debía remover la mortaja de su boca porque esto le servía de alimento y en su lugar se debía poder algo que no pudiera comerse
Se han encontrado textos medievales sobre los “no muertos”, como también se conoce a los vampiros, en los que se afirma que ellos extendían la peste para poder succionar el resto de vida de los cadáveres, hasta que se fortalecían lo suficiente para salir de nuevo a las calles. Lo más curioso es que estos textos eran de origen médico o religioso.
En aquella época se decía que para matar a un “vampiro” se debía remover la mortaja de su boca porque esto le servía de alimento y en su lugar se debía poder algo que no pudiera comerse. Entonces se les ponía en la boca grandes piedras como ladrillos, así los vivos se podían sentir seguros de que los vampiros no volverían por ellos.
El niño vampiro
En años recientes, arqueólogos de la Universidad de Arizona y la Universidad de Stanford, se encontraron con un hecho bastante curioso en la Necropoli dei Bambini (Cementerio de los bebés), en la comunidad italiana de Lugnano.
Se trataba del cadáver de un niño de aproximadamente diez años que fue sepultado en un “entierro vampírico”. El niño tenía una piedra entre los dientes que fue colocada allí de forma intencional. En la superficie de la roca había marcas de los dientes del que fue nombrado como “el Vampiro de Lugnano”.
En este cementerio de Italia solo se enterraron bebés y niños pequeños que fallecieron en un brote de malaria que surgió en el siglo V, cuando los romanos aún dominaban. Esto quiere decir que quienes enterraron al menor en este lugar, pensaban que era un niño vampiro.
Lo más extraño de este caso, además de haber encontrado pruebas de que existió un ritual para matar vampiros, es que es la primera vez que aparece una tumba de un “vampiro” de una edad tan corta.
Se dice que en este mismo cementerio se han encontrado otros intrigantes elementos relacionados a la magia y la brujería. como huesos de sapo, patas de cuervos, e incluso hasta calderos de bronce llenos de ceniza.
Hace más de diez años, también en Italia, un equipo de investigadores encontró los restos de una vampira en Venecia, enterrada con una especie de ladrillo en la mandíbula. Se dice que en este caso la finalidad de que fuera sepultada de esta manera fue el evitar que se alimentara de las víctimas de una plaga que azotó la ciudad.
El hallazgo fue específicamente en la isla de Lazareto Nuevo en la laguna de Venecia. Y apoya la teoría de que en la Edad Media se creía que los vampiros causaban la propagación de plagas.
Este caso y el del niño vampiro, contribuyen a verificar cómo nació y cómo se fue formando el mito de los vampiros como lo conocemos en la actualidad.
Los vampiros forman parte de las leyendas universales y existen muchas teorías a su alrededor. Como lo es el ritual para matar vampiros o “entierro vampírico”, pero son vistos desde muchos puntos de vista: mitológico, literario, psicológico o el relacionado con enfermedades, entre otros. Pero de alguna manera siempre nos llama la atención descubrir todas las historias conocidas acerca de estas criaturas y qué hay detrás de los que han sido considerados vampiros en la vida real.
