
El lobo, un animal místico rodeado de leyendas
Son pocos los animales que existen en nuestro planeta capaces de evocar tantas emociones como el lobo. Es un animal que cuenta con una reputación feroz pero en realidad es una criatura inteligente, elusiva y muy tímida. Por su naturaleza ha sido objeto de temor, respeto, admiración y veneración a lo largo de la historia.
El lobo, cuyo nombre científico es "Canis lupus", es un mamífero perteneciente al orden de los carnívoros que años atrás abundaba en Europa, Asia, Norteamérica y Oriente Medio. Hoy en día por diversas razones, entre ellas la caza, el lobo solo habita una pequeña porción de su anterior territorio, y en algunas zonas se encuentra amenazado o en peligro de extinción. Son cazados en diferentes partes del mundo debido a que representan una amenaza para el ganado, y simplemente por deporte.
Nuestras mascotas los perros, forman parte de la misma especie que el lobo.
El perro doméstico "Canis lupus familiaris" es considerado miembro de la misma especie del lobo, de acuerdo a la secuencia del ADN y diversos estudios genéticos.
Se trata de una especie depredadora que habita en una gran variedad de ecosistemas, lo que refleja su capacidad de adaptabilidad como especie. Puede vivir en bosques, montañas, praderas, tundras y taigas.
El vocablo "lobo" deriva del latín "lupus", el cual significa lo mismo. Debido a la naturaleza del animal, su nombre se emplea en diversos contextos y con diversos significados. Por ejemplo en Perú se le llama "lobo" a las personas astutas. Se le llama "lobo de mar" a un marinero experimentado; cuando se refieren a un grupo de personas como "lobos de una camada", significa que comparten intereses comunes por lo que mantienen una relación amable. El término "loba" se usaba para calificar a las rameras.
Los lobos cuentan con una anatomía perfecta para realiza viajes de larga distancia.
El pecho de estos animales es estrecho, y una espalda potente que en conjunto con sus piernas le proporcionan una locomoción muy eficiente. Pueden recorrer varios kilómetros trotando y manteniendo una velocidad de 10km/h, alcanzando velocidades de 65km/h durante una persecución. Además, mientras se desplazan a gran velocidad son capaces de saltar cubriendo 5 metros.
Gracias a su agudísimo sentido del olfato y a su visión nocturna, el lobo es capaz de cazar de día y de noche.
Las especies más conocidas son el lobo gris y el lobo rojo, éstos habitan en América del Norte. También existen otras especies como el lobo africano, del Himalaya, el lobo blanco, el tibetano, pintado, de crin, entre otras más.
Se puede afirmar que este animal, además de los humanos, es el mamífero que vive en más lugares alrededor del mundo. Viven en manadas y son muy sociables. Las manadas pueden estar conformadas por dos y hasta treinta miembros, y son lideradas por los lobos alfa, un macho y una hembra reproductores.
La figura del lobo aparece en cuentos infantiles, en clásicos de la literatura, y en producciones cinematográficas, las cuales han llegado a recrear leyendas y mitos sobre el animal, tal como la leyenda del hombre lobo.
¿Porqué los lobos aúllan a la Luna?
Cuenta la leyenda, que una noche ancestral, la Luna bajó a la tierra y se quedó enredada entre las ramas de un árbol. En ese momento apareció un lobo y la empezó a acariciar con su hocico y jugaron toda la noche, hasta que ella volvió al cielo y el lobo al bosque, y ésta, le robó la sombra al cánido para recordarle para siempre y él desde entonces, le aúlla en las noches de luna llena para pedirle que se la devuelva…
Fuente: http://www.nationalgeographic.es/espacio/la-luna-mitos-y-leyendas
A diferencia de lo que una gran mayoría piensa, el aullido del canis lupus no tiene nada que ver con la luna. Si estos animales aúllan de noche, simplemente es por que son animales nocturnos, y el que levanten su cabeza hacia el cielo se debe a un fenómeno acústico que les permite extender su aullido a mayor distancia.
Los lobos aúllan para:
- Reunir a la manada.
- Para indicar a la manada su ubicación.
- Advertencia para mantener a otros lobos, fuera del territorio de la manada.
Leyendas y mitos de lobos
Son muchas las historias, mitos, leyendas y creencias que existen en las diferentes culturas, que tienen al lobo como figura principal. Indicaremos algunas de las más relevantes y conocidas.
El lobo solitario
Los ancianos indígenas contaban leyendas acerca de los lobos, ellos decían que el alma de un lobo nunca desaparecía de este mundo, y que siempre su espíritu estaba pendiente de vigilar todo lo que había a su alrededor, era el protector de los bosques.
Siglos atrás, en tiempos inmemoriables, los lobos habitaban las grandes serranías, cazaban en manadas, siempre siguiendo a su líder por todos lados. El lobo pudo vivir junto al nativo americano, incluso éste le tenía una gran adoración y temor.
Un día llegó el hombre blanco, y éste le persiguió incansablemente. Las manadas poco a poco se fueron reduciendo y confinándose a lugares inexplorables. El lobo luchaba por no morir. Debido a esto los lobos comenzaron a cazar cada uno por su cuenta; las manadas se dispersaron, pero cada luna llena se reunían para dar su gran aullido y después separarse.
Cada uno se convirtió en un lobo solitario, y al morir, su espíritu habitaba las montañas cuidando a los demás.
Actualmente los indios de las sierras dicen que aun han llegado a ver lobos, siempre solo a uno… a un LOBO SOLITARIO.
Fuente: http://lasonris.takoda.es/index/news/10174
La fundación de Roma
En este mito el dios Marte se enamora de Rhea Sílvia, una virgen vestal. De esta unión nacen los gemelos Rómulo y Remo, quienes fueron colocados en una cesta y arrojados al río Tíber. Los gemelos fueron rescatados y criados por una loba como si fueran sus cachorros, hasta que el pastor Faústulo los recogió y los dejó bajo el cuidado de Acca Larentia.
Algunos autores señalan que Acca Larentia se refiere en realidad a la loba, el término latino "lupa", designa a la vez loba y prostituta. En cualquier caso, la loba se convirtió en el emblema de Roma, apareciendo en sus monedas y monumentos.
Los dos lobos
En una noche estrellada, un abuelo cherokee estaba enseñando a sus nietos sobre cómo debían orientar su vida, sobre cómo cada uno de nosotros construye, poco a poco, qué tipo de persona es. Les decía:
“Toda persona tiene siempre una dura pelea en su interior. Una lucha que hay también dentro de mí. Un combate terrible entre dos lobos.
Uno es malvado, iracundo, gritón, arrogante, falso, vanidoso, resentido, ladrón, con ese victimismo que nos hace sentir lástima de nosotros mismos y nos hace dejar de luchar. Ese lobo tiene miedo porque es inseguro, y encubre ese miedo con agresividad, mintiendo y atacando a traición.
El otro es bueno, pacífico, amoroso, sereno, humilde, generoso, compasivo, fiel, bondadoso, honesto, y tiene que luchar constantemente para sobrevivir y esforzarse en cada momento para crear espacios de paz, de libertad, de afecto, de comprensión.
Y esos dos lobos también están peleando dentro de vosotros ¿no los notáis?”, concluyó el abuelo, mirándoles con atención. Los nietos se quedaron pensativos. Empezaron luego a hacer preguntas. Eran pequeñas cuestiones que confirmaban esa lucha interior que se produce ya desde la más tierna infancia en cualquier persona, y que conviene ayudar a reconocer y valorar cuanto antes. Al final, surgió la pregunta clave, la que, lógicamente, más inquietaba a los pequeños:
“Abuelo, es verdad que están los dos dentro de nosotros, pero, al final… ¿qué lobo ganará?”.
El anciano Cherokee simplemente les respondió: “El que yo alimente”.
Fuente: http://lasonris.takoda.es/index/news/10160
El lobo blanco contra Odín
En la mitología escandinava la boca del lobo representa un símbolo de reintegración cíclica. Skoll y Hati son gigantes con forma de lobos que persiguen a la luna y al sol, y se les consideraba la causa de los temidos eclipses.
Por otro lado también existe Fenrir, el lobo gigante a quién solo la magia de los enanos logrará dominar un tiempo, hasta el día de la batalla final en la que éste se liberará para enfrentar al dios Odín, derrotándolo, y muriendo a su vez a manos de su hijo.
Odín también se relaciona al lobo en varias ocasiones, llegando incluso a adoptar su forma. Odín siempre está acompañado de dos lobos, Gere y Freke, a los que le brinda alimento en el banquete de los guerreros que han muerto con honor, en el Valhalla.
El lobo también está relacionado a la imagen del Berserk, un guerrero ritualmente transformado en animal, llevado por un furor violento que lo hacía invencible.
El lobo azul Bortä-Tchino
En Mongolia el mito del lobo azul es muy importante. El lobo azul llamado " Bortä-Tchino" o lobo celeste, representa la luz uránica o el rayo; y es la pareja de la cierva blanca o leonada, que simboliza a la tierra. La unión sagrada entre tierra y cielo simboliza a los padres de la dinastía Khan, de la cual descendería Gengis Khan.
El nacimiento de los turcos
Según la leyenda un pueblo entero fue asesinado, solo se salvó un niño que fue recogido y protegido en su cueva por una loba. Con el paso del tiempo, la loba se convirtió en su mujer y la descendencia de ambos serían los primeros turcos. Cada año se ofrecían sacrificios en la cueva donde la loba tuvo a los primeros turcos.
En Anatolia las mujeres estériles aún invocan al lobo para tener hijos. En Kamchatka durante las festividades anuales de octubre, se elabora una imagen del lobo con heno y se conserva por un año con el objetivo de que despose a las jóvenes de la población.
Los tres lobos
En las lejanas tierras nevadas de Canadá, tuvo lugar la historia de cómo tres lobos se convirtieron en el mejor protector de Madre Tierra.
Cuenta la leyenda que en aquellas montañas vivía Skan (el cielo), el gran lobo negro , junto a su manada de lobos árticos.Su compañera loba era de color blanco y su primer hijo era de color gris.
En aquellas tierras el viento soplaba con un cálido aroma de libertad, la luz dorada del sol bañaba un paisaje donde el equilibrio natural hacía que todas y cada una de las especies convivieran en paz y armonía.
Pero un día, con la llegada del hombre, la hermosura de aquellas tierras vírgenes y la pureza de sus aguas cristalinas empezó a desvanecerse, mientras el hombre avanzaba haciendo suyo todo lugar por el que pasaba.Una mañana temprano Skan se hallaba buscando una presa para poder llevar a su familia como desayuno, cayó mal herido en una de las trampas que los humanos habían colocado en el bosque, y cuando pensó que ya no tendría salida, alguien le agarró de cuello, lo montó en su mustang negro y lo salvó. Sí, un humano lo había salvado, pero aquel,...aquel era diferente, se trataba de un joven indio de la tribu de los Lakota, de piel rojiza y cabellos largos y color negro azabache. Aquel muchacho lo rescató de una muerte segura en manos del depredador más temible de todos, el ser humano, el cual odiaba a los lobos.
Skan quedó completamente agradecido con aquel joven por su hospitalidad y cuidados. Al fin y al cabo, no era tan diferente a él, ambos luchaban por la libertad de los suyos y cruelmente eran rechazados y perseguidos.
Skan sentía de corazón que algún día no muy lejano podría devolverle el favor, así que reunió a su familia y lobos de la manada para aullar a la luna en llamada a la Diosa Nokomi (hija de la luna), para que le concediera el deseo de poder devolver el favor a aquel muchacho.
La Diosa contestó que simplemente se tenían que asociar para proteger a la gran Madre Tierra y a todos sus animales y plantas, desde entonces son los protectores de la gran madre naturaleza estos tres lobos que correrán veloces para defender con uñas y dientes a cualquier ser viviente que se encuentre en peligro por ataques del hombre. Así que tanto lakotas como lobos son socios por naturaleza.
Fuente: http://brujilladeluz.blogspot.com.es/2013/01/la-leyenda-de-los-tres-lobos.html
El niño lobo y el hombre lobo - casos reales
El niño lobo
En 1965 Marcos Rodríguez Pantoja tenía 19 años, pero hacía más de diez años que no se relacionaba con un ser humano. Acababa de ser rescatado de la sierra donde había vivido doce años en medio de lobos, serpientes, cabras y otros animales.
La primera vez que Marcos se sentó frente a un plato de sopa no supo qué hacer. Lo miró detenidamente, ahuecó la palma de su mano y la introdujo en él. El contacto con el líquido hirviendo le hizo pegar un salto y el plato acabó hecho trizas en el suelo.
Cuando Marcos contaba unos seis o siete años, su padre se casó de nuevo y lo vendió a un cabrero que se lo llevó a Sierra Morena, un lugar rústico y de difícil acceso ubicado al sur de España, para ayudar a un viejo pastor a cuidar el rebaño.
Poco tiempo después el pastor murió y Marcos se quedó solo. Sintiendo más temor de las personas, debido a los maltratos y golpizas que le propinaba su madrastra, que de la vida solitaria en el monte, Marcos no intentó regresar al pueblo. Pero la Guardia Civil lo encontró y se lo llevó a la fuerza a Fuencaliente, un pueblo a los pies de Sierra Morena.
Marcos cuenta su historia:
"Al principio yo lo pasé muy mal. No sabía qué comer, le tenía miedo a los animales y al viejo. Pero después nos hicimos amigos y con los bichos también. Y así fue como empecé a sentirme muy bien. ¡Me sentía estupendamente!"
"Para mí aquello era la gloria porque ya no me pegaban palizas".
Lo poco que le enseñó el pastor antes de morir fue suficiente para que no pasase hambre. Aprendió a cazar conejos y perdices con trampas hechas de palillos y hojas, y a despellejar a los animales para aprovechar su carne y su piel.
"Para comer me guiaba por los bichos. Lo que comían ellos lo comía yo. Los jabalíes comían unas patatas que estaban enterradas. Las encuentran porque las huelen. Cuando iban a desenterrarlas yo les tiraba una piedra, ellos se escapaban y entonces yo me robaba las patatas".
"Un día me metí en una lobera a jugar con unos cachorritos que vivían allí y me quedé dormido. Cuando desperté, la loba estaba cortando carne de ciervo para los cachorros. Yo traté de quitarle un pedazo, porque también tenía hambre y me pegó un zarpazo. Cuando terminó de alimentar a sus cachorros, me miró y me tiró un trozo de carne. No quería tocarlo porque pensé que me iría a atacar, pero me lo fue acercando con el hocico. Lo cogí, lo comí y ella se me acercó. Pensé que me iba a morder, pero sacó la lengua y me empezó a lamer. Después de eso, ya era uno más de la familia. Íbamos a todos lados juntos".
"Me sentía un hombre feliz porque tenía todo lo que quería, yo no conocía otra cosa. Yo me sentía solo cuando no sentía a los bichos, porque por la noche siempre hay un bicho que canta".
Así, los sonidos y los gruñidos fueron ganándole espacio a las palabras hasta que dejó de hablar. Cuando lo encontraron su carácter era salvaje, era total su ignorancia del mundo social y su incapacidad para cumplir con ninguna regla en un juego.
Marcos describe su regreso a la sociedad como el momento en que más miedo tuvo en su vida. "No sabía para donde tirar, sólo quería escaparme al monte".
En su primera visita a la barbería creyó que el barbero iba a degollarlo con su navaja, peleaba con las monjas de un centro para convalecientes en Madrid donde pasó una temporada, por que intentaban hacerlo dormir en una cama.
Lo que más alteró a Marcos en un principio fue el ruido de la ciudad. "No podía con tanto ruido. Gente pa' acá, gente pa' allá, ¡como las hormigas! Pero las hormigas siempre van por un carril, y la gente iba de un sitio a otro”.
"Las monjas de Madrid me enseñaron a comer, me pusieron una tabla en la espalda para caminar derecho porque yo andaba todo torcido de andar por la sierra". También lo tuvieron que poner en una silla de ruedas porque no podía caminar después de que le cortaron los callos de los pies.
En Rante, donde Marcos vive desde hace cerca de 15 años, todos conocen su historia.
Su casa es como una guarida. El techo está decorado con huellas de lobos. Su morada es una casa pequeña de techos bajos, que bien podría ser una cueva, atiborrada de recuerdos: fotos, dibujos, una curiosa colección de encendedores y un patio repleto de flores y plantas.
Tiene muchos amigos, eso sí, y gente que lo quiere y lo ayuda. Desde que está en Galicia ya no quiere ir a otra parte, aunque alguna que otra vez en algún momento oscuro se le cruzó por la cabeza regresar al monte.
"Ahora ya estoy acostumbrado a esto y me quedo acá".
La historia de Marcos es el tema de la película "Entrelobos" de Gerardo Olivares.
Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/11/131101_marcos_lobos_salvaje_sierra_morena_lp
El hombre lobo español
Manuel Blanco Romasanta nació el 18 de noviembre de 1809 en la aldea de Regueiro, Esgos, Orense, Galicia, España. Aunque en su partida de nacimiento figura como Manuela, en ese momento se creyó que era una niña, su vida la llevó como un hombre. Se desempeñaba como sastre y era considerado culto, ya que sabía leer y escribir.
Su vida era normal hasta que murió su esposa. Desde entonces Manuel se dedicó a la venta ambulante recorriendo toda Galicia. La primera acusación de asesino que recibió fue a causa de la muerte de un alguacil en las cercanías de Ponferrada. De allí logró escapar y se refugió durante unos meses en el pueblo deshabitado de Ermida.
Apareció de nuevo en Rebordechao donde socializó y ganó la confianza principalmente de mujeres, por lo que se ganó el calificativo de "afeminado". De hecho, trabajó como tejedor, trabajo que solo realizaban las mujeres para esa época. Para cuando Manuel estaba establecido en el pueblo, comienzan los asesinatos en los bosques de Argostios y Redondela. Por años logró eludir a la justicia y cometió 9 asesinatos, sus victimas fueron niños y mujeres.
Con el tiempo, los locales lo conocían por vender un ungüento que se creía contenía grasa humana, y esto lo hizo famoso en toda Galicia y alertó a las autoridades. Finalmente lo capturaron en Nombela - Toledo, y fue juzgado en Allariz - Orense.
El Hombre Lobo de Allariz es considerado como una representación real del Sacamantecas u Hombre del Saco.
Durante el juicio Romasanta dijo que era victima de un embrujo, que lo convertía en lobo cuando había luna llena, y que en su forma de lobo había matado por instinto a trece personas, con el uso de sus patas y dientes para comérselos con otros.
Declaración de Rosamanta:
"La primera vez que me transformé fue en la montaña de Couso. Me encontré con dos lobos grandes con aspecto feroz. De pronto, me caí al suelo, comencé a sentir convulsiones, me revolqué tres veces sin control y a los pocos segundos yo mismo era un lobo. Estuve cinco días merodeando con los otros dos, hasta que volví a recuperar mi cuerpo. El que usted ve ahora, señor juez. Los otros dos lobos venían conmigo, que yo creía que también eran lobos, se cambiaron a forma humana. Eran dos valencianos. Uno se llamaba Antonio y el otro don Genaro. Y también sufrían una maldición como la mía. Durante mucho tiempo salí como lobo con Antonio y don Genaro. Atacamos y nos comimos a varias personas porque teníamos hambre".
Manuel Blanco Romasanta, Causa núm. 1778: Causa contra hombre lobo, juzgados de Allariz (Orense)
El juicio se conoció como "Causa contra el hombre lobo" duro casi un año. Para el 6 de abril de 1853, se le condenó al garrote vil por los nueve asesinatos que se le probaron, y al pago de una multa de 1000 reales por cada victima.
No fue ejecutado al considerarse el único caso documentado de licantropía clínica (enfermedad mental).
Un hipnólogo de origen francés, solicitó que le permitieran hipnotizar al acusado, alegando que él ya había curado otros casos de licantropía. También solicitó el apoyo de la reina Isabel II, quién eliminó la orden de pena capital para el hombre lobo, y redujo su condena a cadena perpetua. Romasanta murió el 14 de diciembre de 1863.
Su vida inspiró cantares de ciego, novelas, documentales y películas.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Blanco_Romasanta
El lobo es un animal de hermosa fisionomía que desde tiempos ancestrales ha estado en la mente de los hombres, ya sea como figura de temer o como animal para admirar. Lo cierto, es que esta criatura de la naturaleza ocupa un lugar importante en la cultura de la humanidad, así como en el reino animal.
Cristina
