
¿El amor aparece tres veces en nuestra vida?
¿Has oído hablar sobre la teoría de los tres amores? En toda vida hay amor. Suficiente amor. Bastante amor. Y no nos referimos al amor de lazos comunes como el que se siente por la familia, los amigos o hacia las mismísimas estrellas. Les hablamos, en lenguaje propio, del verdadero amor. Ese que cuando llega nos sacude todos los sentidos, nos desordena, nos reordena muy a su manera… Y que para hacer de esta vida una aventura total e interesante, no llega una ni dos sino hasta tres veces.
Pero, ¿por qué tres amores? Sucede que las grandes maravillas que se acontecen en nuestro universo están regidas por una serie de leyes, las cuales aparte de poseer unas características cíclicas, van sujetas por la Ley Sagrada de la Triada, que comprende las tres fuerzas creadoras. Y como el amor no es una excepción, estos tres que experimentamos se manifiestan bajo significados profundos (y cíclicos), dejando a su paso, huellas particulares en nuestras vidas.
¿Te gustaría saber cómo son estos amores? En seguida te los presentamos.
Primer amor o nuestro propio cuento de hadas
Nuestros primeros pasos sentimentales los damos cuando aún somos muy jóvenes, simples adolescentes. Con una mente y un cuerpo en plena formación, solemos conocer al amor bajo una ilusión general de las cosas. Que aunque se antoje de “Y vivieron felices para siempre”, dura poco y como todo, tiene su final.
Este amor juvenil e ideal, parece estar hecho a la medida, goza de una perfección mágica que nos hace creer que todo funciona de forma correcta en la vida. Respiramos. Todo nos parece (superficialmente) bien. Una belleza.
Es un amor de serie juvenil.
“Nos conocemos desde el tercer grado. Compartíamos las tareas y jugábamos a la hora del recreo. Éramos los mejores amigos. Ahora estamos en el colegio y hace tres años que nos hicimos novios. Nos queremos y nos apoyamos muchísimo. Juntos hacemos la pareja perfecta”.
– Carolina y José, 15 años y estudiantes de secundaria. México.
Un ejemplo de primer amor sería el clásico amor entre colegiales.
En el colegio experimentamos una de las etapas más felices, ya que nos encontramos libres de responsabilidades mayores a nuestros estudios, y nos sobra tiempo para compartir con nuestras amistades y, sí, compañeros. Porque es de allí, de ese pequeño círculo social, donde suele salir nuestro fantástico e insuperable primer amor.
Encuentros después de los deberes, actividades compartidas, perfiles en las redes sociales, salidas al cine, besos a escondidas. El parque, la plaza, el museo… Excusas y escenarios de los que se valen los jóvenes apasionados para poder manifestar ese amor, su amor ideal.
¿Recuerdas tus inicios en el amor? Coméntanos tu historia.
Segundo amor o “vivir para contarla”
Entramos en un segundo nivel donde sentir será sinónimo de dolor. El segundo amor es, por todas circunstancias en las que se da, el más difícil de los tres. Al segundo se le padece, se le debe sobrevivir.
Una característica fundamental de este amor es su capacidad para reaparecer. No es el tipo de amor que se termina y ya se da por olvidado. Este, de alguna manera, sigue estando presente y nos hace recaer una y otra y otra vez.
“En el principio era como si una gran ola nos arrastrara hasta playas paradisíacas todas las noches. Una sola alma, un solo corazón… Siempre frente a un nuevo mar de emociones, nos entregábamos, nos involucrábamos con suprema intensidad. Luego, dábamos todo por finalizado. Pero nos seguíamos buscando y volvíamos a terminarlo. Y, con el paso del tiempo, sin más, sucedió: nos confundimos. Nuestras imágenes ya no eran las mismas, los nombres iban abandonando sus significados. Todo lo que antes era música, pasó a ser ruido, molestias, hasta que nos perdimos bajo un grandísimo escándalo”.
– Ramón, 30 años y de estado civil soltero, Venezuela.
El cineasta norteamericano, Woody Allen, llegó a escribir en su libreta de notas: “El sexo libera tensión; y el amor la genera”, lo que nos hace suponer que aún se encontraba atascado en eso del segundo amor cuando escribió tal frase… Porque, es este un amor que eleva el número de pasiones, que nos ubica entre las llamas más ardientes dentro del incendio de la vida… o como canta otro poeta, “es como un océano de fuego”; Siendo también, este mismo amor, el que nos genera un sinfín de problemas sin aparentes resoluciones. Es por ello que se le termina asociando con una cantidad enorme de imágenes, ejemplo: Amor espiral, amor flor (de fuego), amor pasaporte, amor revólver.
Y tú, ¿has sobrevivido al segundo amor?
Tercer amor o muerte en el paraíso
El tercer amor es el que nunca te habrías imaginado en la vida. Va más allá de cualquiera de nuestras expectativas, rompe el molde, nos sorprende.
Este es el tipo de amor que llega y todo empieza reorganizarse con una facilidad que parece mentira. Y aunque sea un amor que no para de sorprendernos, es un amor que ha sido cuidadosamente elegido. Toda la experiencia que hemos ganado con los dos anteriores nos hace tener una visión mucho más clara de qué es lo que necesitamos y valoramos para establecer una buena relación.
Suele ser ese amor a prueba de todo, en el que confiamos a otra persona lo más sagrado de nuestra existencia, los desgastados sentimientos o poniéndolo en una imagen, no sabemos si bonita, nuestro roto corazón.
“A la tercera va la vencida. Jamás pensé que podría conseguir un amor que me llenara de esta manera, es todo lo que siempre he estado buscando. Llevamos tres años de casados y todos los días me vuelvo a enamorar. Hoy estoy totalmente convencida de que será hasta que la muerte nos separe”.
– Señora de Morales, 33 años y felizmente casada, España.
Un trío de amores finitos, distintos; pero sobre todo nuestros, muy verdaderos.
Verdad de vida: Se respira amor, se padece de amor y finalmente, se muere de amor.
CrisR
