
Falsos mitos de la ictiosis, la enfermedad de la piel de pescado


La ictiosis se conoce como «enfermedad de piel de pescado», es de origen genético y se caracteriza por provocar que la piel de las personas se vuelva seca y escamosa (similar a la de los peces); generando lesiones en la piel, las cuales pueden engrosarse con el pasar del tiempo y generar picor y dolor desenfrenado. Su nombre proviene del prefijo griego “ictio”, el cual significa “pez”, haciendo referencia a la piel escamosa parecida a la de dicho animal.
Hay muchos mitos alrededor de esta enfermedad. A lo largo de la historia las personas que la padecían eran mal vistas por diferentes razones, incluso en nuestros días hay mucho desconocimiento entorno a la ictiosis.
Falsos mitos y creencias
Algunos de los mitos, creencias y dudas respecto a la ictiosis, se pueden resumir en las siguientes preguntas:
¿Se contagia?
El común denominador de las personas al estar cerca de alguien que parece tener alguna irregularidad en la piel, como enrojecimiento, descamaciones o cualquier otra afección, es que tienden a pensar que es algo que se les puede contagiar. La ictiosis no es un hongo, es una enfermedad hereditaria por lo que el roce con una persona que la padezca no implica que vaya a haber un contagio.
En épocas pasadas la gente creía que se trataba de algún tipo de maldición o brujería.
Hay casos que datan de muchos años y siglos atrás, comprobando la existencia de esta enfermedad desde la antigüedad. Su evolución a lo largo de la historia dejó en claro que la ignorancia pudo haber jugado un papel negativo en contra de las personas que sufrían de esta condición, haciendo que fueran desterrados y marginados, ya fuera por temor a contagiarse o porque en épocas pasadas la gente creía que se trataba de algún tipo de maldición o brujería.
¿Es una mutación?
La ictiosis se trata de un trastorno en el que las células de la piel se van acumulando en escamas gruesas y secas en la superficie de la piel. Lo que ocurre en realidad es que se reduce la velocidad del desprendimiento natural de la piel, lo que produce la acumulación de proteína en la capa superficial de la piel (keratina). La ictiosis descompone las grasas del cuerpo y afecta la formación de las membranas celulares. Por lo general, la ictiosis vulgar aparece por una mutación genética heredada de uno o ambos padres.
¿Hay otros síntomas?
Los síntomas más comunes de la ictiosis son la piel seca y escamosa. Se pueden presentar escamas pequeñas en forma de tejas, escamas de color blanco, gris sucio o marrón, con escamas de color más oscuro generalmente en la piel más oscura, cuero cabelludo escamoso, y las grietas profundas y dolorosas en la piel.
Sin embargo, se pueden presentar algunas complicaciones, como el calor excesivo si la ictiosis interfiere en la sudoración o inhibe el enfriamiento del cuerpo. En algunos casos puede presentarse hiperhidrosis o exceso de sudoración.
Otra complicación relacionada a la enfermedad es que las hendiduras de la piel y el agrietamiento puede provocar infecciones, por lo que hay que tener muchos cuidados.
¿Se manifiesta al nacer?
Los que desconocen todo lo que se encuentra relacionado con esta afección de la piel, y solo tienen claro que es una enfermedad hereditaria, tienen a imaginarse que un recién nacido puede manifestar los síntomas desde el día uno. La verdad es que un bebé puede nacer y permanecer asintomático hasta la niñez temprana.
Yendo más allá es importante destacar que, aunque algunos casos de ictiosis pueden ser muy graves, muchos de ellos son leves. Incluso hay quienes pueden pasar sin ser diagnosticados, porque a la enfermedad se le confunde con piel excesivamente seca.
La gravedad de los síntomas puede variar ampliamente entre familiares que padecen esta afección.
¿Se puede curar?
No se ha encontrado una cura para la ictiosis vulgar, los tratamientos se enfocan en controlar los síntomas de la enfermedad. Los médicos recomiendan ungüentos y cremas con alfahidroxiácidos, como el ácido láctico y el ácido glicólico, que ayudan a controlar la descamación y a humectar la piel, además prescriben medicamentos orales derivados de la vitamina A o retinoides, para reducir la producción de células cutáneas.
Remedios y cuidados diarios en casa
Hay algunas medidas caseras que pueden ayudar a mejorar la hidratación, la apariencia y la sensación de la piel dañada. Lo que se recomienda en estos casos es lo siguiente:
- Baños de inmersión prolongados con jabones suaves y frotando la piel ligeramente con una esponja vegetal áspera para ayudar a eliminar las escamas y ablandar la piel.
- Luego de tomar una ducha o baño, secarse con pequeños golpecitos en la piel, sin llegar a secarla por completo.
- Aplicar crema humectante o lubricante corporal aún con la piel húmeda; la vaselina también es una buena opción. De ser posible, se deben utilizar humectantes que contengan urea o propilenglicol, sustancias químicas que ayudan a mantener la hidratación de la piel.
- Productos con urea, ácido láctico o una baja concentración de ácido salicílico, son recomendables para aplicarse dos veces al día. Los compuestos ácidos suaves ayudan a liberarse de las células muertas de la piel.
- La humedad en el ambiente es determinante para las personas con ictiosis, por lo que es recomendable utilizar un humidificador de aire portátil o conectado a la caldera para agregar humedad al aire dentro de la casa.
Alimentos naturales como forma de tratamiento
Hay algunos alimentos naturales que pueden ayudar a aliviar la sintomatología de la ictiosis. El consumo de una serie de frutas y verduras determinadas puede ayudar al cuerpo a librarse de los males de la ictiosis y a reducir sus efectos. Las siguientes son las mejores:
- Brotes germinados: son ricos en zinc y selenio, fortaleciendo el sistema inmunitario.
- Espárragos: limpian el hígado y el bazo; fortaleciendo el páncreas.
- Jengibre: facilita la asimilación de nutriente.
- Frambuesas: ricas en antioxidantes que eliminan los radicales libres de los órganos y el torrente sanguíneo.
- Albaricoques: reconstruyen el sistema inmunitario y fortalecen la sangre.
- Granadas: ayudan a depurar y limpiar la sangre.
También las hierbas y suplementos curativos pueden ayudar a potenciar la reducción de los diversos males de la ictiosis; algunos ejemplos son: el zinc, vitamina B12, melisa, selenio, ester-C, entre otros.
Como hemos podido comprobar, la ictiosis es una enfermedad genética, alrededor de la que hay mucha desinformación desde que existe. Hasta el momento no se ha encontrado una cura, pero sin duda se pueden mejorar los síntomas teniendo los cuidados adecuados.
