
Cristalomancia, el arte de la adivinación por cristal


La palabra Cristalomancia deriva del término griego "krystallos", que significa cristales, y de "manteia", que significa adivinación. Es decir, es el arte de adivinar cosas por medio del cristal.
Desde tiempos antiguos el hombre ha utilizado la cristalomancia, para adivinar el futuro.
En la antigüedad se empleaban diversos elementos de cristales para adivinar el futuro o ver el pasado. Algunos de estos objetos eran vasos cilíndricos u oblicuos, y cristales pequeños y agujereados ensartados en un anillo o en un alambre. Se creía que en dichos objetos habitaban espíritus que permitían visualizar en ciertos momentos, lo que interesaba ver.
Historia de la Cristalomancia
Cientos de años A.C. los druidas unieron a las tribus célticas que habitaban Gran Bretaña, quienes ya hacían uso de la cristalomancia para predecir lo que venía en el futuro. Los griegos también han practicado la cristalomancia durante mucho tiempo, usando el cuarzo.
Durante la Edad Media surgieron varios videntes, hechiceros, magos y astrólogos que empleaban la cristalomancia para ver el pasado, el presente y el futuro de sus consultantes.
En un principio el material utilizado para practicar esta mancia, fue el berilio. Este material de naturaleza transparente, era el utilizado por varias culturas, tales como las pertenecientes a la montañas de Escocia, quienes las denominaban piedras de energía. Con el paso del tiempo el material para crear las bolas de adivinación fue suplantado por el cristal de roca.
Otros elementos utilizados durante esa época, especialmente desde el siglo XV, fueron los cristales de tamaño grande. Estos fueron utilizados por los adivinos que dieron inicio a un movimiento para reafirmar la cristalomancia como arte de adivinación.
De acuerdo a la leyenda, el mago Merlín fue uno de los precursores de esta mancia durante el ciclo bretón.
A mitad del siglo XVI en la actual Inglaterra nació el reconocido psíquico John Dee. Este hombre retomó la adivinación por medio de la bola de cristal y comenzó a predecir con gran exactitud eventos que tendrían lugar años después de su muerte. Gracias a sus aciertos, la reina Isabel I lo nombró su consejero personal. Gracias a Dee se realizaron estudios sobre la cristalomancia, y esto permitió el desarrollo de métodos para inducir visiones extendidas que generan predicciones increíbles.
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¿En qué consiste la cristalomancia?
Es una practica que consiste en contemplar objetos que posean reflejos, y a través de esta contemplación visualizar el futuro, interpretar asuntos espirituales o detectar problemas actuales.
La cristalomancia se atribuye a que la estructura de los objetos de cristal vibran en una frecuencia diferente de acuerdo a su naturaleza. En el ámbito esotérico, dicha vibración puede sintonizar el plano espiritual en varios aspectos de la vida de un individuo. Así, un cristal en manos de un vidente puede mostrar información sobre el consultante en diferentes ámbitos de su vida.
Por medio de los cristales se obtienen datos del futuro, consejos, y opciones que el consultante deberá tomar o actitudes a mejorar para lograr una mejor forma de vida.
Objetos utilizados en la cristalomancia
Los cristales constituyen formas de energía muy diversas. Cada cristal cuenta con sus cualidades propias y únicas, de acuerdo a como se haya formado. Por lo que un cuarzo pulido no es igual a un cuarzo agrietado. Es muy importante para los videntes contar con una pieza de cristal debidamente formada, cuidada y cargada de energía.
Algunos objetos utilizados para la cristalomancia son las joyas o piedras preciosas con superficie refractaria, el cuarzo transparente o el cuarzo berilio. Entre todos los instrumentos usados en esta mancia, el más clásico es la bola de cristal.
El vidente puede optar por el instrumento que mejor le convenga. Actualmente el de mayor uso es la bola de cristal.
La bola de cristal
Como ya lo mencionamos antes, este es el instrumento de mayor empleo en la cristalomancia. Es debido a su forma y a su capacidad de reflejo, que constituye uno de los instrumento de mayor uso por parte de los videntes.
El museo Penn en Pennsylvania - Estados Unidos, alberga la tercera bola de cristal más grande de la historia. Esta bola de cristal perteneció a la emperatriz china Cixí de la dinastía Qing.
Las primeras bolas de cristal fueron elaboradas en berilio, gracias a la naturaleza transparente de este material. Este material fue sustituido más tarde por el cristal de roca, un material más cristalino aún.
Las bolas de cristal han ocupado siempre un lugar de predilección entre los practicantes de la cristalomancia. De hecho, el doctor John Dee prestigioso matemático, geógrafo, astrónomo, astrólogo, y consultor de la reina Isabel I de Inglaterra, estudió la alquimia, la adivinación y la filosofía hermética durante una gran parte de su vida. Dee también fue conocido por el uso de bolas de cristal en su labor.
Sin lugar a dudas los objetos con superficies refractantes han provocado, provocan y provocarán siempre un efecto sorprendente en el ojo humano. Es la vista del vidente enfocada sobre el objeto de cristal, la que revelará imágenes que provienen de otros planos para ayudar a las personas que los consultan.
