
Aeromancia: los mensajes del viento y las nubes


En algún momento todos hemos escuchado hablar de algo llamado cartomancia, pero la mayoría de las personas no está tan familiarizada con otras “mancias” menos comunes, como es el caso de la aeromancia.
Lo primero que debemos definir antes de profundizar en el tema es la palabra “mancia”. Una mancia es cualquiera de las técnicas que se utilizan para adivinar o prever el futuro. Los métodos de adivinación se pueden encontrar en todo el mundo, de hecho, muchas culturas practican los mismos métodos con diferentes nombres.
Algunos ejemplos de mancias son: aeromancia, alectomancia, bibliomancia, capnomancia, cartomancia, catoptromancia, ceraunomancia, ceromancia, entre muchas otras, su distinción depende de la herramienta que se utilice para la adivinación.
Como dijimos, la más popular es la cartomancia, que utiliza las cartas, especialmente las del tarot para hacer predicciones sobre el futuro. Le sigue la quiromancia, que también es muy popular y consiste en la lectura de las líneas de nuestras manos para obtener datos de nuestro destino.
Ahora bien, la aeromancia, que es en donde nos enfocaremos en este artículo, puede definirse como una herramienta de adivinación que utiliza las señales o fenómenos del aire, las nubes o, en general, la atmósfera. La palabra viene del griego “aero”, que significa “aire”, y “manteia”, “adivinación”, pero ¿qué puede decirnos el viento y las nubes sobre nuestro futuro? Sigue leyendo para averiguarlo.
Aeromancia en la historia
La aeromancia es una rama de la astrología y es considerada uno de los métodos de adivinación más antiguos, fue un tipo de mancia muy utilizada entre los pueblos primitivos que comenzaron a observar la repetición de fenómenos atmosféricos y a analizar su influencia en la vida cotidiana.
Por otro lado, hay historias que cuentan que los sacerdotes babilónicos utilizaban la aeromancia y también es un método mencionado en la Biblia.
Se dice que el saqueo a Jerusalén por Antíoco fue predicho por una persona que miró al cielo y vio que las nubes formaban unos caballeros con arneses dorados. Es uno de los varios casos en los que los fenómenos atmosféricos han mostrado el destino de las personas.
Esta forma de predicción también ha sido replicada en películas, como por ejemplo en la animación infantil de El Rey León, donde se hace referencia a los fenómenos meteorológicos como forma de augurar el porvenir.
¿Cómo funciona?
Específicamente la aeromancia analiza formaciones de nubes, tomando en cuenta su posición, forma, dirección, densidad, etc. Para realizar las predicciones también se examinan las corrientes de aire, niebla, lluvia, truenos, rayos, arcoíris, además de la posición favorable o desfavorable de los planetas y los sucesos cosmológicos como, por ejemplo, los cometas.
Los videntes que practican la aeromancia como método de adivinación empiezan en un sitio al aire libre, cerrando los ojos, concentrándose y formulando una pregunta. Al abrirlos observan el cielo en busca de señales que puedan ofrecen alguna respuesta. En esta técnica es importante tener la intuición muy desarrollada.
Existen varias teorías que intentan explicar cómo funciona la aeromancia, una de ellas dice que las formas abstractas que se miran en el cielo le hablan al vidente de significados psíquicos que este traduce a mensajes exactos.
Otra teoría dice que el vidente afecta la formación de las figuras mediante un proceso inconsciente de psicoquinesia, para que se adapten al mensaje que él obtiene de manera espontánea.
Interpretando el viento
Uno de los elementos más utilizados en la aeromancia, además de las nubes, es el viento, al que desde tiempos remotos se le han atribuido propiedades mágicas y misteriosas. Así, si el viento proviene del este, indica suerte; el viento del sur implica secretos que están por revelarse. Por su parte, el viento del oeste significa adversidad, infortunio o una desgracia que está por ocurrir, mientas que el viento del norte implica que se aproxima una decisión difícil.
Si el viento sopla hacia el norte u oeste, la respuesta será sí, hacia el sur o el este, la respuesta es no.
Una aplicación más sencilla es usar la dirección del viento para plantear preguntas que únicamente se puedan responder con un sí o un no. Si te animas a probar, primero debes encontrar un sitio abierto que no tenga muchas interrupciones del curso del viento. Luego debes formular preguntas precisas e interpretar la respuesta, considerando lo siguiente:
Si el viento sopla hacia el norte u oeste, la respuesta será sí, hacia el sur o el este, la respuesta es no. Si el viento no sopla durante 10 minutos, se asume que la pregunta no tiene respuesta inmediata.
Otra forma de practicar la aeromancia en casa es escribir cinco posibles predicciones futuras en pedazos de papel cortados en círculos, llevarlas a un lugar con buen viento y colocarlas dentro de un círculo previamente dibujado en el suelo. Entonces se debe esperar que el viento sople y la última predicción que quede dentro del círculo, será la más acertada. Esta la podrás complementar luego con un vidente profesional.
Con el paso del tiempo, la aeromancia se ha ido perfeccionando y hoy en día son muchas las personas con el don de la videncia que la utilizan para realizar predicciones simples o para consultas más difíciles, ya que de todos modos lo único que hace falta es salir al aire libre a obtener las respuestas que se necesiten.
Muchos de notros hemos contemplado el cielo y la forma de las nubes, sin embargo, quizás ahora observemos con mayor detenimiento ya que quizás el viento y las nubes pueden darnos algunas respuestas.
