
¿Qué es el sexto sentido y cómo desarrollarlo?


Los seres humanos somos capaces de percibir lo que nos rodea a través de nuestros sentidos. La mayoría de nosotros damos por sentado que tenemos cinco sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto.
Sin embargo, todos hemos escuchado hablar de un famoso "sexto sentido", refiriéndose a una especie de intuición, pero ¿qué es realmente el sexto sentido?
Un sentido puede definirse como una capacidad de percibir estímulos físicos externos e internos que son transmitidos al sistema nervioso.
El sexto sentido puede definirse como una capacidad extrasensorial que pueden tener algunas personas para percibir realidades que pasan inadvertidas para otros.
El sexto sentido puede definirse como una capacidad especial o capacidad extrasensorial que pueden tener algunas personas para percibir realidades que no están al alcance o que pasan inadvertidas para otros y que les capacita para realizar alguna actividad o asunto.
Tal es el caso de los videntes, tarotistas, adivinos, etc. Hay quienes afirman que todos nacemos con este don, pero estas personas lo tienen más desarrollarlo y así es como pueden prever situaciones futuras, percibir los sentimientos a distancia o adivinar el pensamiento o preocupación de las personas con las que se ponen en contacto.
Todos tenemos un sexto sentido
Si analizamos nuestra vida, podemos recordar detalladamente situaciones en las que nos hemos visto envueltos que nos hacen creer en la existencia de capacidades extrasensoriales: un sueño que se cumple, saber lo que la otra persona va a decir, lo que está pensando o sentir los sentimientos de la otra persona, pensar en alguien y recibir la llamada de esa persona, etc.
Es una sensación difícil de explicar, ya que no forma parte del proceso de información intelectual racional; se presenta inesperadamente y nos proporciona información que consideramos adecuada y certera, así que usualmente, aunque sea de manera inconsciente, la tomamos en cuenta para prevenir momentos desagradables.
Como hemos dicho, todos tenemos estos dones, solo que no lo sabemos y en la mayoría de los casos no creemos que sea necesario desarrollarlos más profundamente y preferimos no hablar al respecto por temor a ser juzgados.
¿Para qué sirve desarrollar el sexto sentido?
La ventaja más obvia de desarrollar el sexto sentido es poder predecir que algo positivo o negativo va a ocurrir, el secreto está en visualizar y analizar todo lo que sucede a nuestro alrededor.
Además esto facilita tomar decisiones acertadas porque las personas que desarrollan el sexto sentido analizan y entienden cada detalle de lo que los rodea y sus posibles consecuencias.
Asimismo, las personas con esta intuición pueden hacer más de una cosa al mismo tiempo.
Desarrollar tu sexto sentido aumenta la imaginación y creatividad, manteniéndote en un estado mental calmado y equilibrado.
Pasos para desarrollar tu sexto sentido
1. Desarrolla tu intuición
Lo primero que debes hacer si quieres desarrollar tu sexto sentido es acceder a tu intuición para cultivarla. Los científicos creen que la intuición es una habilidad que se puede desarrollar con práctica y atención.
La exposición constante a situaciones y sus resultados puede ayudar, para esto solo debes observar atentamente a las personas, lugares y cosas, prestando atención a las sensaciones que experimentes como respuesta a los diferentes elementos.
Otra cosa que puedes hacer es llevar un diario de sueños. Cuando te levantes anota todo lo que recuerdas de tus sueños y establece conexiones entre el contenido de tus sueños y las situaciones de tu vida.
Practicar la escritura libre también es un buen ejercicio para desarrollar la intuición y acceder a la parte de tu conciencia que existe antes de que tu mente racional interceda. Puedes empezar por preguntarte cosas como: “¿Qué respuesta necesito” o “¿En qué he estado pensando últimamente?”, y luego empezar a escribir lo primero que se te venga a la mente.
2. Ejercita tu percepción
Para esto debes prestar atención a los pequeños detalles a tu alrededor. Mientras más atención prestes, serás más sensible a los pequeños cambios y variaciones y estarás en mejor armonía con el mundo que te rodea.
Lleva un cuaderno cuando vayas a diferentes lugares. Anota lo que veas y sientas con todos los detalles que puedas. Conviértelo en una rutina hasta que te veas haciéndolo de forma automática, con o sin cuaderno.
Asimismo, cuando hables con alguien, practica prestarles la mayor atención para captar pistas pequeñas y casi imperceptibles que te ayuden a determinar lo que esa persona piensa o siente en realidad. Fíjate en las variaciones en su tono de voz, el movimiento de sus ojos, de sus pupilas, las palabras que usan y las pausas que hacen.
Algo muy importante es ejercitar tus sentidos no visuales. Todos tendemos a sacar la mayor información de lo que nos rodea por medio de la vista, pero si le damos prioridad a otros sentidos, empezaremos percibir variaciones más sutiles en el ambiente que anteriormente no conocíamos.
Ve si puedes definir el tipo de energía que emana una persona o un ambiente al que entras ¿Puedes percibir cualquier energía positiva o negativa?
3. Silencia tu mente
Trata de dirigir tus pensamientos hacia afuera. Cuando te concentras en el diálogo en tu cabeza es difícil que veas lo que sucede con otras personas y cosas a tu alrededor. Para ello puedes practicar la meditación, que te ayudará a callar tu mente, observar con tranquilidad y acceder a tu calma interna.
Puedes comenzar meditando solo cinco minutos al día e ir aumentando progresivamente a 10 minuto, luego 15 y después 20.
Salir a pasear de forma regular puede ser excelente para ayudarte a salir de tu mente consciente y entrar en un estado más intuitivo y sensorial. Visita un lugar tranquilo donde puedas caminar y donde te rodees de la naturaleza. Estando allí concéntrate en lo que veas, huelas y toques.
Presta atención a los sonidos más bajos, a los cambios más sutiles en la temperatura, cambios del paisaje, etc. Si puedes, lleva contigo un cuaderno parar anotar lo que observes y cómo reaccionas a esas percepciones.
Cuando recurres a tu sexto sentido, tomas más conciencia de los demás y el mundo que te rodea, eres más comprensivo, empático y con más capacidad de prever situaciones que están por ocurrir, porque recurres a sentimientos, pensamientos e ideas que no siempre son evidentes para tu mente consciente.
¿Qué tan desarrollado está tu sexto sentido?
