¿Eres una persona “Todo” o “Nada”?
¿Hay alguna área en tu vida que sepas que está fuera de equilibrio? ¿Cómo puedes ralentizarte, dar un paso atrás o tal vez abordarlo de una manera de 'menos es más'?
A veces en la vida, las cosas no son claras y las cosas aparentemente buenas no siempre son beneficiosas. Ganas más dinero pero pagas más impuestos, amas los postres pero subes de peso. Lo mismo puede pasar con el esfuerzo y el enfoque.
El enfoque "todo o nada" (A/N) en la vida implica ser determinado, enfocado y persistente, y puede llevar a resultados y éxitos positivos. Sin embargo, el logro también puede tener un costo: personal, social, familiar y también profesional.
¿Por qué algunas personas se exigen tanto?
La persona todo o nada es alguien que tiene muchas cualidades positivas y estar ocupado más el logro es central en la vida de esta persona. Cuando se encuentra con un desafío, estas personas tienden a esforzarse más y más para alcanzar su(s) objetivo(s).
Muchas personas A/N comparten un trasfondo familiar que priorizaba, valoraba y/o esperaba un rendimiento elevado. Esto puede haber incluido a los padres modelando comportamientos ocupados y enfocados. Tales preferencias pueden haber visto ciertas formas de comportamiento, como el alto esfuerzo, reforzadas dentro del hogar. Esto es relevante, ya que las personas A/N tienden a aplicar repetidamente y sin cuestionar los mensajes tempranos sobre el esfuerzo y lo que se requiere para ser "bueno" (¿o debería ser perfecto?) en algo.
Detrás de la tendencia de la persona A/N a esforzarse tanto hay cosas llamadas esquemas. Son creencias/formas de ver el mundo que se han establecido (desde una edad temprana) y se han reforzado a lo largo de los años, una especie de sistema de orientación previa a Google. Los esquemas clave para las personas A/N giran en torno a lograr, completar tareas, tener una ética de trabajo fuerte y perfección.
El impacto de esforzarse tanto
Central para el enfoque A/N de la vida es la pasión y el deseo de destacar. Sin embargo, para algunas personas, el logro se convierte en el enfoque dominante (si no el único). Este énfasis y la motivación para tener éxito pueden llevar a costos y consecuencias personales no deseadas.
Como parte de este enfoque, las personas A/N pueden desarrollar un proceso de pensamiento dicotómico. Quizás el aspecto más perjudicial de este proceso es ver todo como un éxito o un fracaso, ¡sin aceptar ningún esfuerzo meritorio! Tal estilo de pensamiento refuerza una actitud "a toda máquina" y dificulta la implementación de un enfoque equilibrado de la vida.
Otros costos pueden ser pérdidas recreativas y problemas laborales. Debido a las constantes demandas y presiones, algunas personas pueden desgastarse y luego agotarse. Esto se manifiesta como una falta de la misma energía o entusiasmo y se presenta como un distanciamiento (psicológico y físico) de la función principal.
Debido a que han estado tan ocupados enfocándose en los últimos proyectos, las personas A/N corren el riesgo de alejarse de la familia/amigos y de no participar en actividades de vida anteriormente disfrutadas.
Otros posibles costos son en términos de depresión o ansiedad. Finalmente, esforzarse consistentemente puede llevar a problemas de salud, como problemas cardíacos y de presión arterial. Sin embargo, las señales de que este desequilibrio está comenzando pueden no notarse (o atenderse) hasta que sea demasiado tarde.
El perfeccionismo y el autojuicio
Los rasgos perfeccionistas no son malvados ni incorrectos. Sin embargo, a veces pueden tomar vida propia y volverse inútiles dentro del enfoque todo o nada de la vida. Esto es especialmente así si la búsqueda de un mejor rendimiento está acompañada de un autojuicio severo.
Los problemas surgen cuando las personas comienzan a fusionarse con estos mensajes perjudiciales y dirigen su comportamiento, por ejemplo, "... solo los perdedores se rinden". Esto puede generar un miedo al fracaso que lleva a las personas más allá de sus niveles de tolerancia.
Para estas personas, tanta expectativa y esfuerzo pueden estar vinculados al logro, de modo que su sentido de sí mismos y su valía personal se vinculan con lo que hacen y cómo lo hacen. La identidad personal puede medirse únicamente en términos de un rol y/o rendimiento. Esto deja a la persona vulnerable (emocional y psicológicamente) si las cosas no salen como se esperaba, es decir, al no entregar una actuación perfecta.
Conoce al verdadero tú y sé más amable contigo mismo
El mensaje clave no es que tener metas o tener éxito sea incorrecto. Más bien, se trata de darse cuenta de que corres el riesgo de perderte dentro de la búsqueda de la perfección y el logro. Por lo tanto, puede ser útil aprender a 'aumentar y disminuir' tus niveles de esfuerzo (imagina un regulador que influye en tu comportamiento), según las demandas de la situación.
Ajustar tu esfuerzo de esta manera potencialmente traerá un compromiso más sostenible que también ayudará a maximizar la calidad de vida y los resultados.
Tener éxito no necesita socavar tu salud física o mental. La moderación en todas las cosas es una buena máxima y esto debería aplicarse a las metas y expectativas que te pones a ti mismo. Trata de entender qué te impulsa en cada momento y verifica si los objetivos que te estás fijando son realistas y alcanzables.
Reconfigurar tu sentido de ti mismo en torno a lo que es importante para ti como persona y tener en cuenta tus valores también puede ayudar a contrarrestar los aspectos negativos de este enfoque todo o nada.
Date cuenta de que hay más en ti y en la historia de tu vida que el logro y la competencia.
Busca reconfigurar tu identidad basada tanto en la diversión y el interés como en el éxito. Puede ser útil volver a familiarizarte con lo que disfrutaste anteriormente, aprender nuevamente a ser espontáneo, reconectar con tus valores y dejar que te guíen. También puede estar bien preguntar si las formas de hacer las cosas que aprendiste hace tanto tiempo son tan útiles y útiles ahora.